Sus padres fueron el inca Sayri Túpac y la coya Cusi Huarcay, siendo ambos hermanos.
Surgió entonces la idea de casar a Beatriz con Cristóbal Maldonado y unir los dos mejores repartimientos del Cuzco.
Unos años más tarde, al arribo del virrey Toledo, Beatriz con tan solo quince años, se hallaba nuevamente en el convento, bien enseñada y cristiana.
El Virrey mandó averiguar, por intermedio de la abadesa del monasterio, si la joven deseaba profesar o casarse, obteniendo como respuesta que prefería el matrimonio.
El gobernador había fundado la ciudad de Santa Cruz de Coya, bautizada en honor a Beatriz, pero su existencia fue breve y resultó destruida durante la rebelión.