Batalla del río Palo

Poco después, Cabal ordenó la retirada al Valle del Cauca temiendo una contraofensiva realista.

Durante los próximos meses ambos bandos se preparaban para una nueva confrontación, con los realistas queriendo lanzar una ofensiva para invadir al Valle y el interior de la Nueva Granada que estaría al mando del teniente coronel Aparicio Vidaurrázaga.

Le envió como señuelo 300 hombres al mando del comandante patriota, teniente coronel Monsalve, para atraerle en sucesivos combates en retirada hasta el campo de Japio, donde los realistas emplazaron a gusto su campamento, a corta distancia de las orillas del río Palo.

Todo el país y las tropas de las provincias quiteñas, acudieron al llamado del general Cabal, en su ejército estaban representadas casi todas las regiones granadinas y las provincias patriotas de Quito.

Fue un triunfo brillante que hizo respirar al territorio sureño de la Nueva Granada.

La victoria republicana permitió la pacificación del Cauca por un año, dejándolo en poder patriota hasta la Reconquista.

Con los patriotas en plena retirada, y con el regreso del rey Fernando VII al trono en España, la situación parecía favorable para una ofensiva realista, por lo que Toribio Montes, capitán general de Quito, comenzó planes para una ofensiva para reconquistar el antiguo Virreinato de Nueva Granada.

[4]​ Vidaurrázaga, queriendo continuar su ofensiva, solicitó permiso a Montes en Quito para continuar operaciones y recibió su aprobación, antes de partir recibió una carta con órdenes reservadas de Montes, donde el capitán general le ordenó que "a ningún oficial que sea hallado con tropa armada o que haga resistencia se le debe dar cuartel, y de ningún modo a los jefes o comandantes de Cuerpos o Divisiones.

"[5]​ Luego desplegó su vanguardia, bajo el mando del capitán Mariano Cucalón, que tenía consigo 616 tropas junto con dos piezas de artillería a 4.

Cabal había ideado un plan si los realistas atacaban por el paso de Ovejas, este consistía en líneas defensivas consecutivas que estaban destinadas a ralentizar a su enemigo y causar el mayor daño posible y luego los llevarían a una posición fortificada cerca del río Palo al norte de la ciudad de Caloto.

Posiblemente el campamento detrás de las fortificaciones estaba organizado en el mismo orden en el que los patriotas habían estado entrenando para el combate, con el batallón Cundinamarca a la izquierda, Socorro en el centro y Antioquía en el flanco derecho.

Con esta información, Vidaurrázaga reunió todo sus oficiales en la noche del 4 de julio para planificar su estrategia.

Estas dos divisiones también tendrían a su disposición 4 piezas de artillería, algo que no fue detectado por los patriotas.

El coronel Sérviez sugirió mover las tropas más hacia el occidente, sin embargo, Cabal hizo caso omiso a esta sugerencia teniendo en cuenta que el área actual era favorable para el ejército patriota con la mayoría de los otros oficiales de acuerdo con estas afirmaciones.

En sus observaciones Cabal consideró más favorable para el resultado, que el ala derecha se retirara a la altura, donde se encontraban los cuarteles de suministros, ordenó a su asistente que comunicara esta instrucción al Cuartel Maestre.

Como no corria viento, la inmensa masa de humo se habia aplanado y no podíamos vernos unos á otros; yo avanzaba siempre, pero sin saber si me acompañaba mi gente; y en medio de esta confusion sentia silbar las balas por sobre mi cabeza, y muchas veces el ruido que hacian al rasgar la bandera, la cual acabó de volverse trizas aquel dia.

Fue un triunfo brillante que hizo respirar al territorio sureño de la Nueva Granada.

El coronel Serviez, con unos 300 hombres persiguió a Vidaurrázaga hasta más al sur de Popayán.

[12]​ La victoria republicana permitió la pacificación del Cauca por un año, dejándolo en poder patriota hasta la Reconquista.

General de brigada José María Cabal, comandante del ejército del sur de las Provincias Unidas de la Nueva Granada