La transformación del territorio en provincia provocó importantes cambios administrativos y fiscales,[2] y la imposición del stipendium no fue aceptada por las tribus locales que todavía gozaban de una cierta estructura política y capacidad de reacción,[3] de modo que en el 197 a. C., recién terminada la segunda guerra macedónica, estalló una gran revuelta en toda el área conquistada en Hispania a causa del expolio republicano.
[6] Quinto Fabio Buteón y Marco Helvio Blasión derrotaron a los celtíberos en la batalla de Iliturgi.
[6] El senado romano declaró la Citerior como provincia consular[6] y el cónsul Marco Porcio Catón el viejo se dirigió desde el puerto de Luna, bordeando el golfo de León con Publio Manlio de ayudante, dejando la Ulterior a Apio Claudio Nerón con tropas más reducidas.
Marco Porcio Catón el viejo, que contaba con dos legiones, ocho mil infantes, quince mil aliados y 800 jinetes por el ejército consular y dos mil infantes y doscientos jinetes por cada uno de los pretores,[1] desembarcó en Rhode,[4] sofocando la resistencia de la guarnición hispana situada en el Puig Rom[7] o acrópolis de Rhode.
[8][9] Los romanos ordenaron[4] que los íberos hundieran las murallas bajo pena de ser reducidos a la esclavitud, y lo hicieron los oppida de los alrededores del Ebro.