La transformación del territorio en provincia provocó importantes cambios administrativos y fiscales,[2] y la imposición del stipendium no fue aceptada por las tribus locales que todavía gozaban de una cierta estructura política y capacidad de reacción,[3] de modo que en el 197 a. C., recién terminada la segunda guerra macedónica, estalló una gran revuelta en toda el área conquistada en Hispania a causa del expolio republicano.
[6] Quinto Fabio Buteón y Marco Helvio Blasión derrotaron a los celtíberos en la batalla de Iliturgi.
Marco Porcio Catón el viejo, desembarcó en Rhode,[4] sofocando la resistencia de la guarnición hispana situada en el Puig Rom[7] o acrópolis de Rhode.
[8][9] Los romanos ordenaron que los íberos hundieran las murallas bajo pena de ser reducidos a la esclavitud,[4] y lo hicieron los oppida de los alrededores del Ebro.
Los poblados del interior de lo que ahora es Cataluña desaparecieron definitivamente.