El general norteamericano Ricardo S. Sánchez propuso a los españoles que realicen ellos la operación, sin embargo tras consultarlo con Madrid, el ministerio de defensa les prohíbe llevar a cabo la acción ante la posibilidad de que las fuerzas españolas sufran bajas.
A la larga esta decisión afectó gravemente al delicado equilibrio de la región.
Supuestamente, la negativa española a actuar provocó un profundo enfado en los mandos estadounidenses que llevaron a cabo una serie de acciones que rompieron definitivamente la relativa paz de la zona.
Un francotirador iraquí alcanza mortalmente al capitán estadounidense Matthew Eddy, que se encontraba en la azotea de la base.
Desde ese momento las milicias iraquíes tratan abiertamente de tomar la base Al-Ándalus.
Estos últimos observaron a través de sus miras cómo los insurgentes utilizaban niños para acarrear munición para los asaltantes, teniéndolos en varias ocasiones en punto de mira, pero deciden no abrir fuego contra ellos.
[6] Una furgoneta intentó entrar a la base, siendo inmediatamente destruida por el fuego de los VEC.
Finalmente el ataque sobre la base fue repelido completamente y a medida que la situación se normalizaba se comenzó a organizar una partida de rescate para las tropas sitiadas en la cárcel.
A mitad del recorrido, de unos 2 km, sufrieron varias emboscadas y quedaron atrapados.
El resto de tropas salvadoreñas debió perseguir a los enemigos para recuperar el cuerpo del soldado caído.
Minutos más tarde una sección de BMRs sale en apoyo de las tropas salvadoreñas que se encontraban bloqueadas en las calles, eliminando amenazas y dándoles cobertura en los cruces y esquinas.
[11] El Coronel Asarta, el Alférez Guisado y el Sargento Vergara recibieron por esta acción sendas Cruces del Mérito Militar con distintivo rojo.
La CPA difundió la siguiente nota de prensa: "CJTF-7 Public Affairs BAGDAD, Irak.
"Esta mañana un grupo de gente en Najaf cruzó la línea y tornaron a la violencia.