Milla instaló su cuartel en San Esteban, al suroeste de la capital hondureña.
Milla ordenó el avance y, sin tregua, se enfrentó a las tropas hondureñas bajo un intenso fuego.
La contienda terminó con la victoria de Milla, quien procedió a incendiar la capital.
El combate se intensificó por espacio de cinco horas, a las 15.00 horas (3:00 p. m.) las tropas federales de Milla fueron aplastadas por los hombres al mando del general Francisco Morazán.
Vencido el General José Justo Milla y algunos de sus oficiales que sobrevivieron huyeron del campo de batalla, dejando documentos, baúles y otros pertrechos.