Para la costa búlgara esto representaba un peligro, pues se corría el riesgo de un bombardeo o desembarco.
Los guardacostas confirmaron la presencia de barcos militares turcos en el área del cabo Kaliakra, y los búlgaros dieron órdenes a sus torpederos de hundir o capturar las naves enemigas.
A las 22:30 el escuadrón consistente en el buque insignia Letyashti, el Smeli, el Strogi y el Drazki partieron por el paso del norte a través de los campos de minas comandados por el capitán Dimitar Dobrev.
El Smeli fue alcanzado por una granada de 155 mm y la situación se volvió crítica cuando barcos antitorpederos turcos acudieron en apoyo del Hamidiye, pero los marineros del buque búlgaro se las arreglaron para hacer frente a los daños.
El Drazki fue el último buque que disparó contra el crucero enemigo, y esta vez el Hamidiye fue alcanzado en el casco, provocándole un agujero de 10 m², y sólo la calma en que se hallaba el mar lo salvó de hundirse.