[2] Aunque los soldados otomanos estaban desmoralizados, contaban con una posición defensiva de relativa fortaleza, apoyada por artillería en algunos sectores.
[2] En su ansia por avanzar, separó a su 3.er Ejército del 1.º, perdiendo así la posibilidad de arrollar las defensas otomanas, que todavía se estaban organizando.
[4] Ese mismo día los otomanos rechazaron los asaltos búlgaros, en parte gracias a la eficacia de la artillería.
[4] Dimitriev, sin embargo, siguió asaltando las líneas otomanas, con acometidas nocturnas muy efectivas.
[1] El combate causó numerosas bajas a los dos bandos: los búlgaros tuvieron 20 162 (de ellas, 2534 muertos) y los otomanos al menos 22 000.