[1] El día 22, el 2.º Ejército búlgaro avanzó hacia Adrianópolis, para evitar que la guarnición pudiese auxiliar al resto de fuerzas que formaban la línea defensiva enemiga.
[4] Esa misma noche, el 3.er Ejército búlgaro asaltó las anticuadas defensas de Lozengrad.
[4] Los búlgaros rechazaron un débil ataque a su flanco izquierdo, realizado por la guarnición de Adrianópolis, y un intento de flanquear el ala izquierda del 3.er Ejército.
[5] Después de la victoria, el ministro de Guerra francés, Alexandre Millerand, declaró que el Ejército búlgaro era el mejor de Europa, y que preferiría tener cien mil búlgaros junto los Aliados que a cualquier otro ejército europeo.
[7] Abdullah bajá, afectado por la derrota, solicitó que el Consejo de Ministros pidiese la paz.