A Eärnur se le unieron los Elfos de Lindon y quienes habían sobrevivido de los Dúnedain del Norte, y así marcharon al éste, ya muy tarde para salvar al resto del reino del norte, pero sí a tiempo para vengar la pérdida de Arthedain.
La batalla de Fornost no se libró en la ciudad misma sino en las planicies al oeste de Fornost entre las Quebradas del Norte y el lago Evendim, donde el ejército de Gondor se dividió y se reunió con Glorfindel quien había llegado con un ejército enviado por Elrond desde Rivendel.
De esta forma, atacado por los flancos el ejército de Angmar fue destruido y dispersado.´ La batalla se aleja entonces de las planicies cercanas a Fornost, ya que el Rey Brujo reúna aquellas fuerzas que le fue posible encontrar entre las que habían sido puestas en retirada y se repliega a su fortaleza en Carn Dûm, pero es en este momento cuando las fuerzas de Eärnur y Glorfindel asedian Carn Dûm y persiguen al Rey Brujo quien pretende huir.
Tras una larga persecución el Rey Brujo se encontró sólo frente a los Capitanes del Oeste: fue en este momento cuando retó a Eärnur pero fue Glorfindel quien arremetió contra él sobre su caballo Asfaloth.
La primera vez Eärnur lo ignoró, pero la segunda, el rey sin herederos hizo caso omiso a todo consejo y marchó al valle de Morgul donde fue hecho prisionero por los Nazgûl y nunca más fue visto en los círculos del mundo.