Batalla de Carmen de Patagones

Esa "retaguardia" ocupó puestos visibles en el fuerte, aparentando que las fuerzas argentinas resistirían en ese lugar, sin salir a dar batalla.

Luego de superar las defensas en la escaramuza, el Escudeiro franqueó la entrada, seguido por la corbeta Itaparica.

Debido a las dificultades para navegar el río, el comandante brasileño decidió atacar Patagones por tierra.

La columna brasileña inició la marcha en la calurosa noche del día 7, debiéndolo hacer por terrenos arenosos y cubiertos de espesos matorrales espinosos, que obligaban a transportar a los oficiales sobre los hombros de sus soldados.

Las fuerzas invasoras llegaron a las 6:30 al cerro de la Caballada, completamente extenuados y sin haber podido beber agua por 24 horas, con el agravante de que el único alimento que pudieron consumir fue carne salada.

Con los primeros disparos cayó muerto el comandante brasilero Shepherd, quien fue suplantado por Guillermo Eyre.

El joven Joaquim Marques Lisboa y Eyre a la cabeza de 93 prisioneros lideraron una atrevida fuga.

En total, las fuerzas brasileras sufrieron 100 bajas y se tomaron 579 prisioneros, entre los cuales 200 británicos, que pasaron a engrosar las filas patriotas.

Los buques capturados fueron renombrados y pasaron a integrar la escuadra del almirante Brown.