Batalla de Aibar
Pero a la muerte de Blanca I, esta dejó escrito en su testamento que deseaba que al momento de ser coronado su hijo Carlos, su padre (el rey Juan II) debía dar su aprobación, cosa que no sucedió.Este pacto firmado entre Juan II y Carlos de Viana fue uno de los detonantes políticos más importantes para que don Juan actuara pues su hijo se había aliado con sus peores enemigos.Aunque la delegación de paz beumontesa estaba consiguiendo grandes beneficios en cuanto a las peticiones que se les había encomendado (perdón de las tropas, devolución de diversas plazas del rey al príncipe,...), las negociaciones cesaron en pro del combate debido a que el bando agramontés atacó al beaumontés antes de que finalizase la negociación, dando paso al combate.Durante la batalla, los hombres de armas del conde de Lerín se acercaron peligrosamente a la posición del rey Juan II, pero cuando ya se encontraban cerca, Alonso de Aragón (hijo ilegítimo de Juan II) dirigió a una treintena de lanceros hacia el flanco beaumontés, cogiéndolos por sorpresa y rompiendo su formación, lo que desestabilizó al ejército y le permitió capturar a su medio-hermano, el príncipe Carlos, que provocó aún más desorden en el caos que pasó a ser el bando beaumontés y aceleró el fin de la contienda.[2][3][4] Esta batalla supuso el comienzo de un enfrentamiento abierto entre ambos bandos de la nobleza navarra que, aún sin ser una guerra sanguinaria, sí supuso el comienzo del último declive del reino que acabaría con su desaparición cuando fue conquistado por Castilla.