Por su parte, el coronel Caballero, el 17 de julio de 1868, se propuso preparar una celada a las tropas aliadas que diariamente solían recorrer el campo, y a tal objeto ordena que al día siguiente, los Acá-Morotí al mando del capitán Melitón Taboada, se escondieran en el monte a la vera del camino que solían recorrer los aliados.
Cuando apareciesen, debían los paraguayos salirles al cruce, y tiroteándose con ellos, simular la fuga para tratar de arrastrarlos tras sí hacia el reducto.
Ya era tarde; los brasileños se dispersan, pero el Riojano es envuelto por las tropas de Taboada.
Rodeado por los paraguayos, muere en el combate el coronel Martínez de Hoz, siendo tomado prisionero Gaspar Campos.
El comandante Gaspar Campos fue remitido prisionero a San Fernando, y aunque respetado, sufrió la ajustada situación paraguaya.