Basílica menor de Nuestra Señora del Carmen (La Ceja)

El actual es de principios del siglo XX y fue diseñado por el ingeniero Heliodoro Ochoa Escobar, quien usó el estilo neoclásico.

En 1815, María Josefa Marulanda donó el terreno para el templo, el cual fue construido por el primer párroco, el presbítero Mateo Cardona.

En 1853 se le realizó la primera ampliación, agregándole ocho varas de largo, adquiridas a Bonifacio Toro y otro.

El primer cuerpo tenía tres puertas enmarcadas por pilastras y tres ventanas; un amplio entablamento lo separaba del segundo cuerpo, que en realidad se trataba de una gran espadaña con cuatro vanos para albergar las campanas, flanqueada por dos cartones que describían una gran voluta y remataba en un frontón triangular.

En 1910 el levita Guillermo Gómez se hizo cargo de las obras, ejecutadas por los maestros Demetrio Carmona y Severo Valencia sobre un proyecto hecho por el ingeniero Heliodoro Ochoa Escobar.

[1]​ El nuevo templo comprendía toda el área del anterior, del que se conservó la fachada principal y algunos muros de tapia, más 14 metros y la capilla anexa construida en el terreno que había sido donado por Martina Serna.

Entre 1914 y 1918, no se conoce la fecha exacta, La Ceja del Tambo en su parroquia con autoridades civiles y religiosas se consagró al Sagrado Corazón de Jesús en ocasión de la Primera Guerra Mundial.

En 1923, el párroco Jesús María Piedrahíta adquiere para la parroquia el órgano tubular de la casa italiana Natale Balbiani & Co.

En febrero de 1938 un fuerte sismo afectó severamente la fachada principal y fue necesario demolerlo.

La parroquia, en sus primeros años, contaba con un cuadro de su patrona en el cual estaba su imagen y, a los lados, las hermanas del padre Villa, que eran religiosas.

Meses más tarde, las coronas fueron hurtadas causando gran impacto a nivel regional.

El instrumento fue adquirido por el párroco Jesús María Piedrahíta en 1923 y gracias a las donaciones de la feligresía.

En 1938, el instrumento fue desmontado y vuelto a ensamblar, labor realizada por los Vieco, pues debió ser movido mientras se construía el nuevo frente del templo, ya que el anterior fue afectado por un sismo.

Antigua fachada de la basílica.
Vista del coro alto y del órgano tubular de la casa italiana Natale Balbiani & Co.
Escudo de la Basílica