Basílica de San Judas Tadeo (El Santuario)

Los intentos a favor de la construcción del templo se remontan a finales del siglo XIX, cuando la devoción a San Judas Tadeo era prácticamente desconocida en el continente americano; en 1892, en El Santuario, se deseó construir un amplio templo con visión hacia el futuro; la edificación de este, sin embargo, nunca fue llevada a cabo.

Tiempo después, la idea fue retomada, pero como los habitantes de la zona no lograron ponerse de acuerdo en cuanto a la advocación a la cual sería dedicado, el pueblo se dividió; para resolver esta situación, se colocaron en una urna los nombres de las advocaciones en que se habían dividido los santuarianos, es decir, la Virgen del Carmen, el Sagrado Corazón, San José y San Judas Tadeo; siendo este último el ganador, lo que conmocionó aún más a la población, pues este era confundido con Judas Iscariote, el que traicionó a Jesús (Marcos 14:43-46), el 11 de mayo de 1898 la diócesis de Medellín autorizó la construcción del templo.

Gracias a ello, y a otros sucesos posteriores ocurridos entre los devotos, la devoción hacia San Judas Tadeo fue propagándose, razón por la cual la conmoción fue cesando.

En la construcción del altar laboró Antonio Mejía, mientras que Chucho Tobón y José de Jesús Zuluaga lo hicieron en las naves y ventanas.

Octavio Giraldo, mientras que el Padre Rodolfo González aprovechó la oportunidad para poner planchones de refuerzo.

Altar principal.
Decreto de nombramiento como basílica.