Habiendo salido de Mérida acompañados por algunos indígenas ya cristianizados como Cristóbal Na, quienes servirían además como intérpretes del grupo, partieron rumbo a Bacalar con la esperanza de alcanzar los reductos mayas en Tayasal, (Petén-Itzá) actualmente isla de Flores en Guatemala) y entrevistarse con el halach uinik maya Ah Kaan Ek.No eran los primeros europeos en llegar al lugar desde que en 1525 Hernán Cortés, en su viaje a las Hibueras (hoy Honduras), había tomado contacto con los itzaes precisamente en Tayasal.Cuando Orbita y Fuensalida llegaron a Tayasal, un siglo después de Cortés, y vieron los ritos paganos de los indígenas hacia esa imagen del caballo se horrorizaron y quisieron destruir la estatua para terminar con la veneración que los mayas profesaban hacia aquella estatua que les parecía diabólica.Algunos miembros de la expedición, entre los cuales el maya Cristóbal Na, murieron como resultado del enfrentamiento.Orbita y Fuensalida debieron regresar con dificultad a su monasterio en Mérida, lo que lograron hacia noviembre de 1619.