Otras, en cambio, reflejan un claro rechazo a esa herencia, buscando una identidad propia ensalzando los movimientos de liberación, y a veces rescatando otros aportes, como el de los pueblos africanos y/o indígenas establecidos en las islas.
Allí sus ideales cambiaron, lo cual lo llevó a rebelarse contra la Corona que había defendido años antes.
En el año 1849, Narciso López se encontraba exiliado en la ciudad norteamericana de Nueva York llevando a cabo los planes para una posible insurrección.
[2] Narciso López, el poeta Miguel Teurbe Tolón, José Aniceto Iznaga Borrell[3], su sobrino José María Sánchez Iznaga[4], Cirilo Villaverde y Juan Manuel Macías, confeccionaron la bandera de Cuba, que es hoy el pabellón oficial: 2 franjas blancas, tres azules, un triángulo rojo y una estrella solitaria.
Su exhibición pública fue prohibida entre 1898 y 1952: debía usarse en cambio la bandera de Estados Unidos.
La identidad del autor de la bandera boricua ha sido la razón de muchos debates, posibles autores: José del Matta Terraforte, Antonio Vélez Alvarado, Manuel Besosa y/o Gonzalo (Pachín) Marín.
[9] La bandera de Barbados proviene de una versión anterior, que mostraba a la Gran Bretaña sosteniendo un tridente, en alusión al dominio británico del mar que mantenía a la isla bajo su férula.
En todas estas banderas el rojo representa la energía, la lucha contra el colonialismo, la sangre derramada y el poder del pueblo.
Martinica era una dependencia administrativa de Santa Lucía, y ambas pertenecían a Francia.
La serpiente tiene una peculiar forma de "L" invertida, que hace referencia a su relación con Santa Lucía[23].