[3] El banco central posee dos funciones muy importantes dentro del sistema económico de un país.
Con dichas cuentas los clientes realizan transacciones con otros bancos a través de los sistemas de pagos y compensación[5] (SNCE, TARGET2), al igual que un particular en un banco comercial utiliza su cuenta para realizar transacciones con otro particular.
[6] Todas estas características y funciones llevan a que los bancos centrales tengan gran influencia en la política económica de los países y a que sean una pieza clave en el funcionamiento de la economía.
[12] [13] [14] En esta línea, también sostenida por el FMI,[15] la independencia del banco central queda establecida en su marco institucional, en las leyes y demás normas que lo regulan, de forma que ni el propio banco, ni ninguno de sus miembros rectores, pueda solicitar o aceptar instrucciones del Gobierno del Estado al que pertenece, ni de ningún otro.
Para asegurar esta independencia, se toman ciertas medidas, entre otras:[11] Por otro lado, la independencia del Banco Central ha sido mantenida por la corriente neoconservadora que alcanzó su apogeo en las décadas del ochenta y noventa.
[18] Le Heron y Carre han criticado la falta de efectivos controles democráticos sobre bancos centrales autónomos: "en un régimen de credibilidad, los banqueros centrales ni son electos por la gente ni son agentes gubernamentales.
Los Poderes Ejecutivo y Legislativo designan cada uno a tres miembros del Directorio.