Murió guillotinado por intentar derrocar el gobierno del Directorio con la «Conspiración de los Iguales».
Su teoría política, conocida como babuvismo, se considera una de las precursoras del comunismo.
De esta forma, según Albert Soboul, «el comunismo, hasta entonces simple sueño utópico, se erigía en sistema ideológico finalmente coherente».
Fueron sentenciados a muerte Babeuf y Darthé, que fueron llevados al cadalso sangrando porque habían intentado suicidarse horas antes de la ejecución.
En su última carta, que Babeuf escribió a su mujer y a sus hijos, les decía: La «Conspiración de los Iguales» no constituyó más que un simple episodio en la historia del régimen thermidoriano, pero fue muy importante para la historia del socialismo y de las luchas populares y obreras del siglo siguiente, ya que «por primera vez, la idea comunista se había convertido en fuerza política».
No fue Lepelletier, sino Filippo Buonarroti, quien cumplió el encargo treinta años después: en 1828 publicaba en Bruselas Conspiración para la Igualdad llamada de Babeuf, una obra que, según Soboul, «ejerció una profunda influencia en la generación revolucionaria de los años treinta.