Díaz Vélez, desde Potosí, le escribió a Belgrano haciendo varias consideraciones sobre los inconvenientes de abandonar la villa y atacar al ejército realista, por la escasez de los medios y debido al estado de los pueblos que no los podían aportar, y le indicaba asimismo las ventajas que se obtendrían si él fuera a Potosí a organizar las fuerzas.
Debido a ello no podían atacar al Ejército del Norte.
Gregorio Perdriel era partidario de ir al norte e internarse en la provincia de Oruro, tomar su capital y pasar desde allí a La Paz y a Cuzco.
Insistía en la debilidad de Pezuela y, finalmente, dio por cerrada la discusión.
Las tropas que se estaban por enfrentar en la Batalla de Ayohuma presentaban una desproporción importante.
A esta situación se le agregó el problema de la artillería patriota, que no tenía la suficiente potencia como para hacer daño al ejército realista.
Los 500 hombres se dirigieron hacia la ciudad de Potosí pero debió ser prontamente evacuada ante la cercanía del enemigo.
El general reemplazado posteriormente comentó por escrito la superioridad táctica del español frente a su limitado conocimiento de la guerra.
[5] Tras las victorias del general Joaquín de la Pezuela en Vilcapugio y Ayohuma la situación realista era excelente en el Alto Perú.