Fue la primera mujer colombiana en ejercer los cargos de magistrada del Tribunal del Trabajo de Cundinamarca, hoy Sala Laboral del Tribunal Superior de Bogotá, y de consejera del Consejo de Estado de Colombia.
Así mismo, fue la primera colombiana en ser admitida por la Academia Colombiana de Jurisprudencia.
Aunque con frecuencia sus biógrafos señalan que fue la primera egresada de Derecho de la Universidad Libre (Colombia), de acuerdo con Baena y Galindo, ella se graduó en 1947 un año después que Soledad Peña R. (quien lo hizo en 1946), en la misma alma mater.
En 1953, fue una de las ocho mujeres que encabezó con su firma una carta suscrita por 3000 mujeres y dirigida a la Comisión de Estudios Constitucionales pidiendo garantizar «en forma estable y lógica el voto femenino»,[4] las otras siete fueron Esmeralda Arboleda, Magdalena Fetty, Ismenia de Mujica, Isabel Lleras de Ospina, Noemí de Greiff, María Currea y Josefina Valencia.
Cuando el voto femenino fue aprobado en Colombia, Aydée Anzola declaró: