Por la pandemia de COVID-19, surgió la peor crisis económica mundial desde la Gran Depresión.
[11] Ante este escenario, los Bancos Centrales reaccionaron bajando las tasas de interés y llevando a cabo operaciones en el mercado abierto, buscando aumentar la liquidez en los mercados e impulsar la demanda.
[16] En consecuencia, la masa monetaria M2 se disparó en los primeros meses de la pandemia.
[17] En 2021 el gasto personal estadounidense creció un 12,7%, lo que es atribuido principalmente a la política monetaria expansiva.
[25] La congestión en los puertos, tarifas de los fletes y retrasos en las entregas aumentaron significativamente.
[37] Estados Unidos fue uno de los países que más estímulo fiscal entregó durante la pandemia.
[42] La alta inflación ha afectado el poder adquisitivo de los estadounidenses, reduciendo el valor real del salario mínimo al menor nivel desde 1956.
[45] Si se mantiene la trayectoria actual, las tasas de interés podrían subir hasta 4,5%.
[51] Chile tuvo baja inflación durante varios años gracias a la política monetaria de su banco central autónomo.
Los economistas también han pronosticado una posible recesión para 2023 debido a las altas tasas de interés para combatir la inflación.
[58][59] En julio, el euro cayó por debajo del dólar por primera vez en 20 años, principalmente debido a los temores de que Rusia restrinja el suministro de energía, pero también porque el BCE se retrasó con respecto a EE.