Cuenta con una potencia eléctrica bruta de 362 megavatios y emplea como combustible uranio levemente enriquecido al 0,85%.Nucleoeléctrica Argentina S.A. es la empresa que opera estas centrales y la Central Nuclear Embalse, situada en la costa sur del embalse de río Tercero en la provincia de Córdoba.Si bien el proyecto resultó ser un fraude elaborado por Richter, sirvió de puntapié inicial para encarar un programa serio en materia nuclear que pudiera beneficiar al país.En el año 1955, el mismo gobierno crea el Instituto Balseiro y se descubrieron catorce radioisótopos.Dicho reactor y sus elementos combustibles habían sido desarrollados íntegramente en el país a través de la CNEA.[3] Para la misma se utilizó un reactor del tipo agua pesada a presión, con un diseño basado en el prototipo alemán MZFR y una potencia neta de 300 MW.Desde 2001 es la primera y única central comercial de agua pesada en el mundo que funciona totalmente con uranio levemente enriquecido.La obra debía terminar en 1987, pero durante el transcurso de esa década la energía nuclear fue dejada paulatinamente.En la década del ’90, la actividad ingresó en una etapa aún más crítica cuando el entonces presidente Carlos Menem redujo drásticamente el presupuesto de la Comisión Nacional de Energía Atómica, mientras intentaba privatizar las centrales existentes.[3] En 1977 la CNEA concluyó que para el siglo XXI las principales fuentes hidroeléctricas del país ya estarían siendo utilizadas, mientras que los combustibles fósiles se irían agotando o su explotación se dificultaría cada vez más, por lo tanto, la generación de energía eléctrica dependería principalmente de la construcción de nuevas centrales nucleares.[3] Para cumplir dichos objetivos, la dictadura militar a cargo del presidente de facto Jorge Rafael Videla, aprobó en 1979 el denominado Plan Nuclear Argentino, consistente en la construcción de cuatro centrales atómicas nuevas que deberían entrar en operación en 1987, 1991, 1994/95 y 1997 respectivamente.[3] En 1981 se formó ENACE (Empresa Nuclear Argentina de Centrales Eléctricas S. A.[3] Según estaba previsto ENACE desaparecería alrededor del año 1997, cuando todas las nuevas centrales nucleares planificadas estuviesen en operación.[3] Cuando se comenzó, tenía el recipiente de presión más grande que cualquier central nuclear del planeta.Según estaba previsto, del 99% de las acciones que poseía el Estado Nacional, un 89% pasaría a una nueva empresa llamada Genuar, mientras que el 10% restante sería entregado a los empleados por medio del Programa de Propiedad Participada (PPP), reteniendo el Estado una única acción.[14] Sin embargo, no aparecieron inversores privados interesados en la operación, ya que se trataba de un negocio poco redituable, además que las centrales tenían un período de vida útil estimado de 30 años, por lo que Atucha I y Embalse alcanzarían su límite en los años 2004 y 2014 respectivamente.[17] El agua pesada y los elementos combustible necesarios para la central son producidos en Argentina.Durante 1998 se montó el recipiente de presión, el continente de acero donde las fisiones del uranio en el combustible calentarán el agua pesada que luego, a su vez, generará el vapor que mueva la turbina.Utiliza agua pesada como refrigerante y moderador lo que permite la utilización de uranio natural como combustible, siendo posible la recarga del mismo mientras la central opera a plena potencia, por lo que se logra un bajo costo de operación.
Comparación de las dimensiones de los recipientes de presión de Atucha 1 y Atucha 2.