La planta estuvo paralizada desde septiembre de 2000, cuando fue cerrada por un decreto del presidente Fernando de la Rúa hasta agosto de 2004, cuando por decisión del presidente Néstor Kirchner comenzó nuevamente a producir para satisfacer las necesidades del reactor que INVAP instaló en Australia.
El proceso de obtención de agua pesada, seleccionado y aplicado en PIAP, se basa en el método conocido como Intercambio Isotópico Monotérmico Amoníaco – Hidrógeno.
Además se suministró la carga de agua pesada requerida por el reactor vendido por INVAP a Australia recientemente.
La última exportación de agua pesada fue a Noruega, quien compró 1375 kilogramos.
Para volver a ponerla en marcha se necesitaría incorporar entre 200 y 300 trabajadores más y la construcción de una nueva central nuclear con uranio natural, sino dado la gran capacidad de producción que tiene hace inviable producir para pequeñas cantidades qué demanda las centrales nucleares en operaciones argentinas.