[2][1][3] La Compañía «Héroes de Trelew» pertenecientes al ERP, fue repelida y debió retirarse sin apoderarse del armamento pretendido.
[5] Los guerrilleros se encontraban al mando de Enrique Gorriarán Merlo y Hugo Irurzun.
Por otro lado, hizo su aparición la Fracción Roja, que cuestionaba la continuidad de la lucha armada tal como la llevaba adelante el PRT hasta ese momento.
El impacto de la acción se transformó en un coro en las venideras movilizaciones políticas: "Cinco por uno/no va a quedar ninguno/tenemos los fusiles del ciento cuarenta y uno".
Resultó muerto un oficial del Ejército y trece guerrilleros fueron detenidos, permaneciendo presos hasta 1983.
Como consecuencia de este frustrado asalto el presidente interino en funciones del país, Raúl Alberto Lastiri, emitió un decreto que ilegalizaba al ERP —desde entonces no se podía hacer referencia a su nombre y se lo denominaba «la organización declarada ilegal» ODI—, el mismo día en que Juan Domingo Perón ganaba las elecciones del 23 de septiembre de 1973.
La publicación Estrella Roja, órgano oficial del ERP, describió en esta forma la guarnición en un suplemento especial:
Allí realizaron la concentración previa al ataque y se vistieron con los uniformes de combate.
Posta sanitaria 2: ubicada en la ruta provincial 51, entre Azul y Tapalqué, a 20 km del cuartel.
Los atacantes estaban vestidos con uniformes similares a los de los militares del Ejército lo cual generó confusión entre ambos bandos.
El soldado de guardia no se dejó convencer y apuntó con su FAL a los guerrilleros.
Los guerrilleros fueron descubiertos mientras se dirigían hacia el tanque de agua y debieron iniciar el asalto sin haber dominado las guardias, según preveía el plan original.
La unidad se había quedado sin luz y el desconcierto era total, ya que los uniformes eran muy similares.
Tanto Igarzábal como el coronel Camilo Arturo Gay acordaron con resistir al supuesto golpe.
En ese momento el guerrillero Roldán les gritó a los jefes militares que se colocaron de espaldas con las manos en la nuca.
Este grupo ingreso con algunos efectivos del Ejército que se encontraban de franco.
[26][27] Los dos guerrilleros que custodiaban a los rehenes eran Santiago Juan Carrara y Guillermo Pascual Altera.
Carrara no llegó a disparar sus armas en ese momento, con lo cual se estima que Hilda cayó por el fuego amigo.
Carrara fue llevado a la enfermería del cuartel y luego al Hospital Militar de Azul.
[28] Luego, el militar fue sacado en un vehículo y conducido a una de las llamadas cárceles del pueblo.
Tras un cautiverio de diez meses, Ibarzábal fue ejecutado por el ERP durante un enfrentamiento con un control caminero en San Francisco Solano.
Pensaron que a lo mejor la ráfaga del FAL le había dado en el cuello al soldado.
Estimo que dichas heridas fueron producidas por arma de fuego y deben haber producido ruptura de vasos abdominales grandes con la consiguiente hemorragia interna y ser causantes del deceso del examinado" ( Marcial Luna,2016).
El entonces teniente primero Alejandro Carullo, jefe de servicio ese día, resultó gravemente herido pero sobrevivió.
La técnica militar aconseja que para tomar una posición enemiga se requiere una superioridad de 3 a 1, cuando en este caso había 20 militares por cada atacante del ERP.
[15][34][3] Agustín Tosco y Eduardo Luis Duhalde, director de la revista Militancia cercana a Montoneros, tuvieron durísimas críticas contra el ataque.
[35] El sindicalista y dirigente del Partido Comunista Rubens Iscaro declaró: «nuestros caminos se bifurcan, es muy difícil para nosotros no ver una provocación en lo que hicieron».
Los diputados Juan Carlos Comínguez y Jesús Mira también del Partido Comunista calificaron a los hechos como " acción aventurera, cuando no de provocación imperialista".
[38][39] Como consecuencia del discurso, ocho diputados de esa agrupación renunciaron a sus bancas.
[40] El mismo día 22, el gobernador de la provincia Oscar Bidegain —quien era apoyado por la Tendencia Revolucionaria del Peronismo— renunció a su cargo.