Cuando Sapor II ascendió al trono sasánida, se propuso la tarea de devolver a su reino su antiguo esplendor y recuperar los territorios que sus antecesores habían perdido ante el Imperio romano.
[3] La campaña que siguió fue de prolongada lucha durante el periodo 353-358, y concluyó cuando los quionitas se vieron obligados a pedir la paz, como consecuencia de la cual su rey Grumbates acompañaría a los sasánidas en su proyectada guerra contra Roma.
Al parecer, el plan sasánida pasaba por eludir las fortalezas más difíciles de tomar como Nísibis y luego marchar directamente sobre Siria.
Sin embargo, cuando sus fuerzas se aproximaron a Amida recibieron una provocación para atacar la ciudad,[6] producida cuando el hijo del rey Grumbates, al inspeccionar las defensas de la ciudad, fue asesinado por el virote de una ballesta disparada por la guarnición.
En 363, el emperador Juliano, a la cabeza de un fuerte ejército, marchó sobre Ctesifonte, pero fue muerto en combate.