Ascanio Sforza

La ceremonia formal de nombramiento aún no se había realizado y por ello algunos cardenales no estaban de acuerdo de que participara en el cónclave a realizar, pero debido a la intervención del vicecanciller Rodigo Borgia (futuro Alejandro VI) fue recibido con plenos derechos cardenalicios y participó en el cónclave que eligió a Giovanni Battista Cybo como Inocencio VIII.La discusión se tornó tan violenta que Inocencio, generalmente reticente a interferir en problemas de sus inferiores, ordenó detenerla.La amistad entre Ascanio y Alejandro VI vino a un callejón sin salida cuando los franceses invadieron Italia en septiembre de 1494.Enterado de las maquinaciones del cardenal Giuliano della Rovere contra él, Alejandro decidía resistir a los franceses.Después del triunfo papal sobre el rey, Milán abandonó a los franceses y Sforza fue recibido de nuevo en la Santa Sede.[3]​ Sin provisiones con las que poder resistir el asedio, hubo de rendirse, siendo apresado y conducido a Lyon.
Sepultura del cardenal en Santa María del Popolo.