Destacó por sus obras relacionadas con el mar chileno y la pesca en las principales caletas de Chile.
[1] Sus primeros años transcurrieron en Chillán, donde residió en calle Sargento Aldea #349, en el sector de Las Cuatro Avenidas.
Su formación plástica es autodidacta y sus obras se basaron principalmente en el uso de la pintura al óleo.
Sin una formación artística sistemática, Pacheco Altamirano es un pintor instintivo que vuelca con intensidad en la tela las sensaciones primarias de la naturaleza.
[1] Sus últimos años los vivió en la localidad de Las Cruces, donde tuvo su hogar, al que bautizó como "Refugio Elisa", en honor a su tía monja, quien le regaló los lápices de colores que lo llevaron a ser pintor.