El arrendajo fue una de las especies descritas por Carlos Linneo en el siglo XVIII.
Posteriormente acabó siendo creado el género Garrulus, donde se le incluyó.
[5] Es inconfundible, tiene un plumaje muy llamativo, anaranjado con un panel azul claro en el pliegue alar, en las plumas terciarias.
Tiene además un obispillo blanco muy llamativo, que es el detalle básico para identificarla en vuelo.
Es un ave muy ruidosa, con un reclamo muy característico; aunque tímida, es bastante fácil de ver.