Las iglesias bizantinas, los castillos de los cruzados, las madrasas islámicas, las casas templarias, los arcos y minaretes árabes, las cúpulas bulbosas ortodoxas rusas, los edificios racionalistas, la arquitectura brutalista de hormigón escultórico y los rascacielos acristalados son parte del panorama arquitectónico israelí.
[1] Los ladrillos de barro secados al sol fueron el material más utilizado hasta los tiempos modernos, particularmente en la llanura costera y los valles.
[1] En Lifta, hasta finales del siglo XIX, la construcción de viviendas tradicionales consistía en una sola habitación sin tabiques, dividida en niveles de acuerdo con las diversas funciones que se realizaban en la casa:[2] En la segunda mitad del siglo XIX, se agregó un piso residencial caracterizado por una bóveda de crucería sobre la casa tradicional, creando un espacio entre el piso con el ganado en la habitación inferior y la zona residencial.
[3] Las viviendas construidas durante el Mandato Británico eran de carácter urbano, con techos planos, puertas rectangulares y baldosas pintadas.
Si bien se produjo mucha planificación innovadora durante la época de las autoridades del Mandato Británico (1920-1948), en particular en Tel Aviv durante 1925 por Patrick Geddes, sería la arquitectura diseñada en el estilo racionalista de la Bauhaus la que llenaría las parcelas de los planes urbanos; entre los arquitectos que emigraron a Palestina en ese momento cabe mencional a Yehuda Magidovitch, Shmuel Mestechkin[9] o Lucjan Korngold, entre otros.
[12] Rudolf Trostler jugó un papel importante en el diseño de los primeros edificios industriales del país.