Arqueología cognitiva
En este caso, que comprende generalmente las primitivas, la Arqueología cognitiva sirve para conocer en cierta medida su forma de pensamiento.La conducta puede entenderse como la respuesta que ofrece el individuo, por medio de sus procesos cognitivos o mentales, a los estímulos socioculturales y ambientales que siente o recibe del medio donde vive.Claro que, al estudiar la conducta primitiva y compararla con los diferentes grados de la evolución anatómica, es posible obtener información sobre el grado de desarrollo (por ejemplo, con el tamaño del cráneo y el tamaño del cerebro que puede albergar).Mientras, en grandes dimensiones, se utiliza para transmitir la cultura entre los propios miembros de una sociedad o establecer vínculos entre sociedades, dentro de cada población los significantes y significados pueden variar abismalmente si se comparan con otras.Así, la Arqueología cognitiva se sirve de los yacimientos arqueológicos para conocer las conductas humanas ya que la evidencia material tiende a ser un reflejo de éstas; por tanto, esta base metodológica se utiliza para interpretar la conducta humana plasmada en el registro arqueológico por medio de las consideraciones del modelo psicobiológico: por ejemplo, un desarrollo cognitivo bajo (pensamiento no simbólico) significa que la influencia de los factores medioambientales es mucho más elevada que en un desarrollo cognitivo alto (pensamiento simbólico) que, al tener más aptitudes sociales, tecnológicas o culturales, se adapta y desarrolla mucho mejor en el medio en que viva, consecuencia que queda manifestada y registrada en la evidencia arqueológica.