Arnulfo de Orleans
Otras noticias nos llegan por el eco de los odios y polémicas que suscitó, no sabemos si con razón o sin ella.[2] También Ugo Primate, otro gran nombre del ambiente cultural de Orleans, era enemigo suyo.Ciertamente, Mateo no duda en aprovechar la creencia popular que reconoce un rasgo negativo en el cabello o la tez pelirroja.Mateo se proponía como innovador, ofendiendo así las tendencias conservadoras imperantes: en su opinión, el estudio debía ir acompañado de la creación y exigía que para ello fueran suficientes los modelos, la imitación y las normas retóricas de su Ars, no glosule ni alegorías, sino obras inspiradas en la admiración por el arte de Ovidio.El comentario evita ir demasiado lejos en aclaraciones elementales de la carta, centrándose principalmente en la historia, la mitología y, si es necesario, la astrología, rara vez en la gramática.Se nota una incertidumbre general en su conocimiento histórico y geográfico, pero al mismo tiempo también la prudencia que le impide entregarse a explicaciones fantásticas.Si omitimos algunos defectos menores, como etimologías extravagantes y algunos otros detalles incorrectos, el resultado final sigue siendo valioso.Arnulfo obtiene información para su vida Ovidii a través de las propias obras del autor, especialmente Fasti y Tristia.El material sobreviviente revela una interpretación siempre cercana al texto, clara y sensata; en algunos lugares se yuxtaponen al texto variantes de lecciones; escaso conocimiento de la toponimia antigua pero conocimiento geográfico respetable.[15] Arnolfo también podría haber comentado sobre Heroidas, Tristia pero, con nuestro conocimiento actual, no tenemos elementos para poder afirmarlo con certeza.[15] También pudo haber preparado un Commentum ad Horatium y un comentario sobre las Epistulae ex Ponto.El pasaje citado del prólogo de Lidia sería, por tanto, una respuesta a estas difamaciones.Sin embargo, esta pista no ha convencido a todos los estudiosos, ya que la comparación entre plagiario y cuervo no era un rasgo exclusivo del entorno de Mateo y Arnulfo (en la antigüedad tardía la vemos empleada, por ejemplo, por Rufino contra Jerónimo).Sin embargo, no todos están de acuerdo sobre la validez de este vínculo: Cecchini observa que el texto del verso en cuestión, editado según el manuscrito vienés, no es seguro; al contrario, dada la sospechosa presencia de la elisión entre prima y equitis, poco conforme con la regla del autor, parece muy improbable.[22] La investigación no resuelve definitivamente la cuestión pero demuestra cómo la hipótesis de un solo autor para las dos comedias es problemática, ya que ciertas características más «anticuadas» de Miles gloriosus, como por ejemplo la escasa propensión a los versos con dos espondeos en la primera mitad, no son compartidas por Lidia, que debería ser una obra cronológicamente posterior.Como también subraya Cecchini: el autor «casi se podría pensar que creció en la escuela de Matteo di Vendôme».