El adjetivo 'cortés' se refiere al contexto medieval del entorno de la corte.
Este género literario se utilizó especialmente en las cortes anglonormandas del norte de Francia e Inglaterra.
Pone en escena caballeros que luchan por sus damas y llevan a cabo empresas caballerescas.
Estas obras, reelaboradas, representan en cierto modo la transición entre el cantar de gesta y la novela cortés.
La vida material también está presente, describiendo castillos, atuendos, torneos, ceremonias, que representa una novedad frente al relato épico.
Dentro de la novela cortés, los personajes remiten al comportamiento típico de la sociedad cortesana idealizada en la que se exalta el papel del héroe que está dispuesto a sacrificar su vida en el interés colectivo.
El héroe, para alcanzar sus ideales, además de la habilidad en la caballería, debía poseer las llamadas virtudes cortesanas como el amor, la fidelidad y la bondad que sólo pueden agudizarse a través del amor de una dama.
[5] El héroe de los cantares de gesta se exaltaba en un contexto colectivo en el que representaba a un pueblo en conflicto con otro (por ejemplo, el paladín Roldán contra los sarracenos), mientras que en la novela cortés el héroe tiene siempre una dimensión individual.