Polemarca

Por otra parte, el polemarca hacía un sacrificio cada año a los dioses Artemisa y Enialio, además de presidir ceremonias en honor de los soldados muertos en combate.También ofrecía los sacrificios rituales en memoria de los tiranicidas, Harmodio y Aristogitón.[1]​ El cargo existía también en Esparta y en varias ciudades de Beocia, donde igualmente estuvo relacionado con asuntos militares, bien para dirigir ejércitos en el exterior o bien para ocuparse del ejército en casa, o ambas cosas.También tenían la custodia de las mesas públicas (sisitias) donde los militares comían en unión reforzando su espíritu militar.En Tebas había dos polemarcas elegidos cada año en tiempos de paz, que tenían el poder ejecutivo del Estado y el mando de la ciudad con una fuerza a sus órdenes.
Dedicatoria de una columna por el polemarca Calímaco, antes y después de la batalla de Maratón, 490 a. C. ( IG ,I² 609).