Durante siglos estuvieron desaparecidos y no se tenía noticia alguna de su existencia.
Su hallazgo tuvo lugar en el último tercio del siglo xx y se debió a un hecho fortuito.
Siendo directora del Archivo Histórico Provincial y Universitario de Valladolid[nota 1] Amalia Prieto Cantero se le presentó la ocasión de investigar unos papeles viejos que ofrecía un chatarrero.
[1] Siendo Amalia Prieto Cantero directora del Archivo Histórico Provincial y Universitario de Valladolid recibió la visita del industrial chatarrero, trapero y cartonero Bienvenido Cantera Salvador que tenía su negocio en un almacén situado en el número 10 de la Plaza Circular de Valladolid.
Bienvenido Cantera quería que la directora del Archivo investigara unos papeles viejos procedentes de una adquisición que a primera vista parecían tener una cierta importancia cultural.
[5] Esteban García Chico —historiador e investigador vallisoletano— publicó en 1940 una obra titulada Documentos para el estudio del Arte en Castilla.
Entre esos documentos publicados había uno con fecha 1533-1555 concerniente a la construcción del edificio que el historiador había encontrado en la Residencia Provincial —tal era el nombre que se daba por entonces al hospicio— y que se encontraba dentro de una carpeta llamada «Archivo del Hospital de la Resurrección».
La monja despensera del Hospital Provincial decidió adecentar el sucio sótano, tan impropio de un hospital y para deshacerse de todo lo viejo e inservible acudió a Bienvenido Cantera, el chatarrero que en otras ocasiones se había llevado la lana de los colchones antiguos, la ropa vieja y estropeada, los trapos, las camas de hierro arrinconadas y sustituidas por otras más modernas y el papel inservible.
Todo se lo llevó Bienvenido Cantera y cuando empezó a clasificar el papel según tenía costumbre se dio cuenta —como buen profesional que era— que aquellos papelajos tenían algún valor extra, más allá del propio papel y se puso en contacto con la archivera Amalia Prieto.
Esta sección contiene a su vez cuatro subsecciones que comprenden: Hasta mediados del siglo xix el hospital era autosuficiente y disponía de autonomía económica.
[10] Contiene documentos con información sobre obras, instalaciones, construcción y mantenimiento de la iglesia, etc.
Se anotaba el sexo del enfermo, lugar de origen, familia que tuviera en Valladolid, ropa y bienes propios si los hubiere.