Existen referencias a enfrentamientos que se desarrollaron en Arbuniel en la época islámica y que recogen las crónicas árabes y cristianas, pero, una vez que se estabiliza la frontera, se produce un vacío demográfico, concentrándose la escasa población en las fortalezas de más fácil defensa, como las cercanas de Cambil y Alhabar.El siglo XVII está lleno de plagas, enfermedades, sequías y de retraimiento demográfico, por lo que Arbuniel no pudo crecer en su población hasta bien entrado el siglo XVIII.Y aún hay tradición hubo en lo antiguo en dicho término de Albuniel, una población grande o ciudad, pues he visto en él distintas lápidas con tres inscripciones que no he podido entender, y muchos sepulcros de piedra muy bien labrados«.El agua es de muy mala calidad, algo templada, en términos que no pueden usarla para beber los hab.Desde principios del siglo XX hasta su mediado el número de habitantes aumenta considerablemente, alcanzando su máximo apogeo, y a partir de esa fecha comienza a descender, siendo el crecimiento del pueblo negativo.Geológicamente está formado por rocas carbonatadas con calizas, dolomías y margas en su mayor parte.Estos materiales son sedimentarios, datándose en el Triásico, Jurásico y Cretácico, las calizas son abundantes hasta el punto que Arbuniel es conocido como los toscares, utilizándose este tipo de roca en la construcción típica.[3] El núcleo urbano se sitúa en un valle donde nace río Arbuniel, conocido como El Nacimiento del Agua, que situado a las afueras del pueblo es uno de los lugares más importantes de la comarca.[11][12][13] También se conoce que hacía 1914 existía una cantera de origen romano sin explotar nada.El primer movimiento comienza en la década de 1950, todavía durante el franquismo, que fue iniciado por los miembros más influyentes de la comunidad (curas, maestros y otras personalidades), aunque no consiguió sus objetivos.[15] Se crea un partido político llamado Arbuniel Independientes (ARI) inscrito en el Ministerio de Interior que busca estos objetivos.Contaba Gallarín con la amistad y confianza del rey Almanzor, que con frecuencia visitaba a su amigo en su escondido rincón de Sierra Mágina.Los súbditos de Gallarín construyeron un foso para el tesoro, un complejo sistema para colocar todas las riquezas.