La escenografía estuvo a cargo de Pasquale Canna, Nicola Pellandi y Leopoldo Galluzzi.
Mientras la formidable armada se reunía, comenzó a extenderse entre las guerreras filas una predicción: "que nunca conquistarían la ciudad enemiga si no llevaban en esta empresa al joven Aquiles, hijo de Tetis y de Peleo".
Fue elegido Ulises como el más diestro de todos para llevar a cabo tan complicado encargo.
La suerte le ofreció nada más llegar indicios suficientes para saber dónde encaminar sus pesquisas.
Este hecho puede encontrarse en los versos de todos los poetas, antiguos y modernos; pero como éstos son tan discordes entre ellos, nosotros, sin atenernos más a uno que a otro, hemos utilizado aquello que más ha convenido para el devenir de nuestra narración.
Los teatros de más renombre representaron en este período obras del ilustre italiano, y los compositores musicalizaron los libretos que el público esperaba ansioso.