Ayo

En el reino de Castilla la costumbre se documenta en las Siete Partidas, donde se dice: El propio Alfonso X el Sabio, bajo cuya inspiración se compilaron las Partidas, recibió este tipo de educación.

Un oficio de carácter superior, restringido al ámbito de la enseñanza, era el de preceptor, habitualmente especializado por disciplinas académicas (especialmente a través de la lectura de textos en latín) u otras habilidades (música, equitación, esgrima, etc.) A diferencia de maestros y profesores (que suelen enseñar en un entorno institucional con edificios e instalaciones -escuelas, universidades-), las amas de cría, ayos y preceptores se caracterizan por su condición de servidores del pupilo, a cuya casa acuden y al que tratan individualmente (o como mucho con sus hermanos u otros niños de la casa).

También era muy frecuente que los niños de familias principales pasaran la mayor parte de su infancia en algún pueblo o finca campestre propiedad de sus padres, que mantenían su residencia principal en la Corte.

En ese entorno rural recibían la primera educación y el contacto afectivo.

típicamente británica, un aya y un preceptor, que le habló de nuestros próceres, y un primo suyo de Cáceres que le desveló el amor.En la antigua Roma existía el oficio de pedagogo, que en realidad designaba no a un enseñante, sino al esclavo que cuidaba a los niños y los conducía hacia el lugar donde recibían la educación.