Pietro Antonio Coppola

Escribió música religiosa y óperas de tendencia romántica, entre las que destaca Nina pazza per amore (1835).Este mismo año, en motivo al cumpleaños de Francisco I, Coppola puso en escena la ópera seria Il destino, un trabajo que en Catania no tuvo mucho éxito, pero en Nápoles sí.Por otro lado, en 1830, también se le dio otra demanda: Affale Alagona, la cual fue recibida con frialdad, de acuerdo con la Cametti porque Coppola había alejado el ambiente aristócrata debido a su carácter independiente.Cuando Coppola dirigió en 1832 en el Teatro San Carlo de Nápoles, con gran éxito, fue precedido por los entusiastas elogios de P. Raimondi, G. Rossini y Donizetti, que, presente en el concierto, dijo: «l’Achille del Coppola è l’Achille della musica».[2]​ Los triunfos de Il Figlio del bandito y Achille in Siro, fueron los que le dieron la entrada a ser invitado a componer una ópera para el Teatro Valle, de Roma: la Nina pazza per amore, estrenada en febrero del 1835.Luego colaboró con Donizetti, G. Pacini, S. Mercadante y N. Vaccai en la Cantata por la muerte de María Malibrán, realizada en La Scala en 1838.Abandonó casi por completo el teatro y se volvió exclusivamente a la producción religiosa.
Pietro Antonio Coppola