La apócope es un fenómeno presente en la evolución diacrónica de la lengua castellana o española.
Las dos principales posturas enfrentadas han sido defendidas por Rafael Lapesa y Diego Catalán.
[2] Diego Catalán se decanta por una explicación interna del fenómeno, es decir, no debida a causas extralingüísticas sino puramente lingüísticas.
Según Catalán, en el castellano medieval convivieron dos tendencias evolutivas en cierta manera contradictorias: la tendencia del castellano a la apócope y la síncopa, de un lado y, del otro, la tendencia a la sílaba abierta, es decir, a la sílaba acabada en vocal.
Finalmente esta tensión interna del sistema lingüístico se habría resuelto en favor de la tendencia a la sílaba abierta, recuperándose las vocales finales y quedando consolidada únicamente la llamada apócope usual.