Su hermano había sido nombrado Corregidor del Corregimiento de La Paz en 1773 pero no llegó a ocupar el cargo pues murió mientras preparaba su viaje.
En su gobierno se preocupó por ayudar principalmente al Beaterio de las Nazarenas, también tuvo que intervenir en los pleitos que causaron las reformas del Provisor Felipe Loayza de la Vega.
Según Loayza, ninguna familia debía tener sitios reservados dentro de las iglesias, sin importar lo hidalgas que fueran o cuantos aportes realizasen a las diferentes órdenes religiosas.
Por lo tanto, al ser una festividad civil y religiosa sí correspondía que las autoridades tuviesen sitios reservados en la catedral.
A la salida de la catedral, este grupo de españoles, dirigidos por Manuel Tomás Franco y Protasio Armentia esperaron a que finalice la ceremonia y cuando los miembros del Cabildo salían, los españoles empezaron a insultarlos tratándolos de pardos y cholos.
Este hecho fue denunciado por Nieto ante el virrey, pero no se le dio importancia.