Antonio María García Blanco (Osuna, 1800-Osuna, 1889) fue un hebraísta, profesor, político y sacerdote español.
[2] De inclinaciones liberales[3] y descrito por Ossorio y Bernard como «humanista», García Blanco abrazó el estado eclesiástico y, terminados sus estudios, desempeñó varios curatos.
[4] Elegido diputado en las Cortes de 1836, desempeñó la cátedra de Literatura hebrea en la Universidad Central y llegó a ser decano de la Facultad de Filosofía y Letras, además de consejero de instrucción pública.
[4] Publicó diversas obras lexicográficas y dirigió desde 1841 a 1850 el Boletín del Instituto Español.
[4] Retirado a su localidad natal, falleció allí el 22 de mayo de 1889.