Antonio García Peris
Tres años después, el valenciano refundó su estudio, ahora en solitario para trasladarse a la Plaza de San Francisco (actual Plaza del Ayuntamiento) en 1867.El trabajo realizado a lo largo de la década de 1870 le reportó un importante prestigio profesional, buena posición social y notable fortuna, lo que le permitió comprar el edificio, decorado con pinturas de su amigo Antonio Cortina Farinós y abrir un nuevo y lujoso gabinete en 1878.Hoy se conserva el ejemplar lujosamente encuadernado que la Diputación de Valencia envió a la soberana en el Archivo del Palacio Real.Algunos de sus retratos más notables y conocidos son los que hizo a Joaquín Sorolla, aunque también posaron para él los hermanos Benlliure (Mariano y José), Antonio Cortina Farinós, María Guerrero, Frascuelo, Pastora Imperio, Elisa Boldún y un largo etcétera.Pero hizo mucho más: le acogió en su casa, le dio una pensión mensual, un lugar para trabajar... Fue su amigo y su mentor, le introdujo en los círculos artísticos de la época y más tarde se transformó en su suegro al casarse el pintor con Clotilde García del Castillo, segunda hija del fotógrafo.