[4] El matrimonio no había sufrido ninguna separación hasta ese momento, pero en 1890 nació su primera hija, María Clotilde; y mientras pasaban las fiestas navideñas junto a la familia de Clotilde en Valencia, la pequeña cayó enferma y Clotilde permaneció en casa de sus padres, mientras el pintor volvía a Madrid.
Así, entre los nacimientos y las frecuentes enfermedades de los pequeños, Clotilde permanecía durante largas estancias en Valencia, donde podía contar con la ayuda de su familia; mientras Joaquín se trasladaba a Madrid a realizar sus encargos.
[4] En 1904 la familia se traslada a una casa con jardín en la calle Miguel Ángel de Madrid.
En esta época Clotilde ya había empezado a tomar las riendas de la administración, no sólo del hogar, sino que realizaba todo el trabajo relacionado con las actividades de su marido.
[4] En 1909, Clotilde, junto a toda la familia, viajó a Nueva York para la exposición con la que se inauguraba la Hispanic Society de Nueva York bajo los auspicios de Archer Milton Huntington.
[4] En 1913, su hijo Joaquín, que estudiaba en Londres, tuvo un accidente de moto, y Clotilde, acompañada de su hija Elena, pero sin Sorolla, se trasladó a Londres para cuidarlo.
[4][8] Clotilde fue la gran inspiración para Sorolla y, a través de los cuadros que le pintó, el artista refleja su vida familiar y también el mundo elegante de la burguesía.