Antoku Tennō

En el año de su entronización, se trasladó la capital a Kōbe, pero pronto fue sustituida por Heian-kyō.[3]​ El emperador niño Antoku es una figura trágica de la historia japonesa.Víctima de las turbulencias políticas de su época, se vio obligado a abandonar la capital junto con toda la corte, cuando los Heike se vieron acosados por sus rivales del clan Genji (Minamoto).En la decisiva batalla naval de Dan-no-ura (1185), donde los Heike se vieron definitivamente derrotados,[4]​ su abuela Ni-Dono, la viuda de Kiyomori, se arrojó al mar con su nieto en brazos.Kugyō (公卿) es el término colectivo para los personajes más poderosos y directamente ligados al servicio del emperador del Japón anterior a la restauración Meiji.