Fue la segunda sede del Real Instituto Jovellanos, institución que construyó el edificio en 1797.[7] A principios del siglo la financiación y avance de las obras sufren varios reveses,[8] finalmente en 1804 el edificio se ocupa parcialmente y en 1807 se concluye la planta baja del edificio.Ese mismo mes, el 9, se le encarga la construcción al arquitecto Ricardo Marcos Bausá.Durante la Guerra Civil el edificio sufre daños, por lo que es rehabilitado por el arquitecto municipal Fernández-Omaña en 1937.[14] Dos años más tarde el inmueble abriría como el Centro de Cultura Antiguo Instituto Jovellanos.Interiormente el edificio destaca por contar con un gran patio porticado, cuya segunda planta cuenta con columnas y barandillas de forja.