[4] El Instituto Arqueológico de América estima que los ingresos por antigüedades saqueadas está entre $10 y $20 millones anuales.
[5] Los grupos terroristas y rebeldes tienen una larga historia sobre el uso de artefactos robados para financiar sus operaciones.
[8] La organización terrorista cuenta incluso con una institución interna dedicada a este comercio ilegal.
[7] En Yemen, las antigüedades de sangre están financiando la Guerra Civil que el país lleva sufriendo desde 2015.
La Antiquities Coalition (AC) publicó un informe en 2019 en el cual se estima que, solo en los museos del país, han desaparecido 1.631 objetos históricos.