Su madre, Afrodita, lo dio a su hermano Eros, que estaba solo, como compañero de juegos.
Tan sólo los autores romanos le dieron una genealogía a Anteros.
[3] El ateniense Meles,[4] desdeñando el amor de Timágoras,[5] le pidió que subiese al punto más alto de una roca y se arrojase al vacío.
Por esta razón alguna gente en Atenas adoraba a Anteros como el espíritu vengador de Timágoras.
El otro no siente amor sino un reflejo del mismo, un «anti-amor» (Anteros).