Nace en la parte del mar más limpia, en rocas profundas y en lo que se llaman bajíos.
Nerites nunca fue mencionado por poetas épicos como Homero y Hesíodo, pero era una figura común en el folclore de los marineros.
Su nombre es nerítēs y corren dos versiones acerca de este molusco no identificado.
Cuando llegó el momento de unirse a los dioses olímpicos, quería que Nerites fuera con ella, pero se negó y prefirió quedarse con su familia en el mar.
Poseidón convirtió a Nerites en su auriga; el chico condujo el carro asombrosamente rápido, para la admiración de varias criaturas marinas, como tritones y delfines.