A tenor del testamento de su mujer, tuvieron dos hijas, Elfa y Beatriz.
Algunas fuentes atribuyen a este segundo enlace una única hija, Elfa de Luna y Cervelló.
Supuestamente, el encuentro se habría vuelto cada vez más tenso debido a las grandes diferencias políticas que les separaban y ambos habrían llegado a las manos, seguidos por sus respectivos criados y acompañantes.
En el tumulto que siguió, Fernández de Heredia fue vencido y, ante su negativa a dejarse arrestar, fue asesinado.
[3] Sin embargo, los embajadores que envió el reino de Aragón dieron una versión muy diferente, acusando a Antón de Luna de haber llamado al arzobispo a hablar y, aprovechando que este (confiado como estaba en la tregua oficial entre facciones) se le acercó con pocos criados, se abalanzó sobre él con sus hombres y le dio muerte por su propia mano.
Su hija Elfa pleitearía con la corona y lograría recuperar una mínima parte de su patrimonio.